La poética femenista en la obra de Lourdes Batista
El feminismo sociopolítico militante ha sabido descorrer muchísimas cortinas. El ‘segundo sexo’ que se acuñara con Simone de Beauvoir, en el siglo XXI ha alcanzado ya una fase de mostrar su pecho desnudo y lanzar intimidades manchadas a la cara de los hombres, en señal de repudio y represalia radicales. La mujer de Batista es, por otro lado, más íntima y hospitalaria. Orina de pie, eso sí, pero también moja la cama de enervados deseos heterosexuales. Es una mujer que rompe cadenas, levanta antorchas, es revolucionaria, vive su vida, enarbola su existencia, es auténtica, y le gusta arriba; pero igualmente se tiende lánguida sobre la cama inspirada por algún muso, amanece con su nombre en los labios y deja tranquilamente que le sea poseída la fuente de la vida.